Los testimoniales son clave para la persuabilidad. Pero aún tenemos muchas reticencias para incluirlos en nuestras webs. Lo primero que nos provoca dudas es su credibilidad. Somos personas desconfiadas y, por tanto, siempre dudamos de si son ciertos o no. Por tanto, es importante que los testimoniales vayan acompañados del nombre y - en caso que sea necesario - el cargo de su autor. Hace un par de días leí una interesante reflexión sobre como incluir buenos testimoniales que me aportó un poco más de luz sobre el tema:
Para que éstos resulten efectivos deben ser:
- Muy específicos. Los mensajes poco concisos no funcionan en ningún caso puesto que no dicen nada. De nada servirá que pongamos una afirmación que nos diga "Me gusta mucho vuestro servicio". En cambio si que será efectivo un mensaje del tipo "Con vuestro servicio conseguí aumentar los ratios de conversión del 2 al 7%"
- Hablar de las objeciones de nuestro producto o servicio... ¡y superarlas! Es bueno que los testimoniales verbalicen las objeciones que se puedan tener. Los testimoniales de los escépticos funcionan. Por ejemplo, "Realizar un curso online me parecía algo muy impersonal. Temía que al perderme la interacción entre personas me perdiera una parte importante de la información. Pero me he encontrado ante un formato muy interactivo que incluso me ha permitido hacer algunos amigos online..."
- Estar en el lugar adecuado en el momento adecuado. Ponte en la piel del usuario y piensa cual es la necesidad de información que tiene en aquel momento para que sea el testimonial un apoyo relevante.